martes, 29 de noviembre de 2011

Sólo...

Duerme, ya es tarde. Una luz iluminó la habitación repentinamente.
"-¿Que fue eso?-
-No vi nada-
-Nunca lo deseas-."

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Ella.

Vuelve a despertar angustiada con la respiración agitada, en sus manos estan marcadas sus mismas uñas. Lo ha vuelto a soñar.
Desde pequeña se le inculcaron valores en su casa, ideas, sentimientos y hasta horarios, pero aunque desease no podía deshacerse de los sueños que tenía, pesadillas que odiaba y llamaba así aunque le pareciesen agradables...  Ya no quería, ya no podía más, pero ¿Qué más podía hacer? Abrazando la almohada, mirando hacia el techo en silencio se calmaba de a poco mientras una lágrima rondaba por su mejilla.
Siempre fue muy tímida y sus padres unas personas muy apegadas a la iglesia y el buen vivir tanto como a los valores y al antiguo juicio de lo que es bueno y lo que es malo. Ella era perfecta a los ojos de sus padres y no quería dejar de serlo. Tenía un puro amigo con el que compartía la mayoría de las cosas y tres hermanos, una mujer y los otros dos pequeños varones, ella era la segunda mayor luego de su hermano.
Ahora pensaba en la cena, en como luego de dar las gracias salían temas controversiales a discutirse, de los cuales no surgía discusión, sino más bien estaban planteados en el momento para que los jóvenes pudiesen aceptar y acatar las ideas de los padres, pero por más que pensaba en eso y en otras cosas imágenes del sueño no salían de su cabeza. No sabía qué podía hacer, ese sueño repetido le hacía repudiar por un  momento a sus padres, por qué la posición de la iglesia frente a los temas era la correcta, pero luego pensaba y salían los valores inculcados a la fuerza diciéndole que su posición era la errada.
Del cansancio nuevamente se quedó dormida y volvió a soñar con ella y esa niña de su colegio, la que iba un curso más abajo y a la que solo en sueños se acercaba.

Descuida...

Las campanas ya no son las mismas de antes.
Salía de su casa y las escuchaba siempre, pero algo habia cambiado.
Desde hace un momento todo era distinto, mejor.

Se dejó llevar por sus sentidos llegando hasta una casa desconocida.
En cuanto la vió sabía que era su destino.
No dudó y tocó la puerta, fue abierta por un hombre, quien lo miró extrañado.
Todas las palabras se cruzaron en su mente cuando el extraño lo miró.
Inconcientemente y sin dudarlo saludo amenamente y desprendio una sonrisa vaga.
De pronto el extraño cambio su cara seria a una sonrisa tambien y lo invito a pasar.
Olvidó su bolso en la entrada, pero ya no era necesario, ya habia llegado muy lejos.

En aquella casa miro a su alrededor.
No recordaba como ni porqué pero la conocía.
El extraño lo miro con cara de asombro y balbuceo un "¿No recuerdas?"
Recordar?, no pero sé que he estado aqui
El extraño lo miro, soltó una carcajada y le respondió con una sonrisa
"No importa tendras tiempo para acostumbrarte de nuevo, aunque esta si será la ultima vez que te pase"
Los colores en ese momento se mezclaron en armonia con la musica y todo desapareció.
Despertaba y escuchaba campanas de nuevo.